Las máquinas de urdido constituyen una parte fundamental de la industria textil. Se utilizan para preparar hilos antes de tejerlos en telas. Y hay varias máquinas de urdido disponibles en ProfixM que aceleran y facilitan esta operación. Estas han sido diseñadas para procesar diferentes tipos de hilos y para diversos fines productivos. Si está fabricando ropa, fundas para muebles o cualquier otro artículo de tejido, la máquina de urdido perfecta puede ser más importante de lo que cree.
Sus más recientes máquinas de urdido de alta velocidad, la Mozart y la Aria, están diseñadas para aumentar la producción manteniendo la calidad. Estas máquinas son increíblemente rápidas y ya no lleva mucho tiempo tener un telar preparado con el urdimbre. Esta velocidad se traduce en una mayor producción de tela en menos tiempo. Esto es de gran ayuda para las fábricas que buscan incrementar su producción. Las máquinas también están diseñadas para consumir menos energía, lo que potencialmente permite ahorrar aún más dinero en costos energéticos.

La tecnología de la máquina de urdimbre ProfixM garantiza que la tensión del hilo sea perfectamente uniforme. Esto es crucial, porque si la tensión es demasiado alta o baja, algunos tejidos podrían no verse correctos. Estas máquinas cuentan con sensores y controles especiales para mantener una tensión constante. Ese proceso hace que cada rollo de tejido se vea y sienta igual, lo cual es sumamente importante en términos de control de calidad.

ProfixM comprende que todos los fabricantes textiles que "finalmente tienen éxito en el tejido" necesitan básicamente diferentes tipos de urdidoras. Es por eso que venden máquinas personalizables. Puedes elegir distintas características según el tipo de tejido que estés fabricando, la cantidad que necesites y otros factores. Esta versatilidad podría facilitar a los fabricantes obtener exactamente lo que buscan, ahorrando potencialmente tiempo y dinero.

Una máquina de urdido no debería ser excesivamente complicada de operar. Las máquinas de ProfixM cuentan con interfaces sencillas, de modo que los trabajadores pueden familiarizarse con ellas sin mayores dificultades ni tiempo. Cuanto menos tiempo tenga que dedicar una persona a descubrir cómo operar la máquina, más tiempo podrá destinar a producir tela. Estas máquinas fáciles de usar favorecen un flujo constante de producción y pueden reducir la probabilidad de errores.